lunes, febrero 27, 2006

Somos Amigos

Somos amigos, pero no creemos en las mismas cosas, se erige como el único punto inconmovible en una época en que todo cambia. Tiene creencias ingenuas que lo dejan, las más de las veces, en lugares absurdos. Por odiar a los tiranos, en 2 meses pasó de pedir la pena de muerte para Hussein, a rogar para que Bush no lo encuentre.

Cree en cosas pueriles como el perfeccionamiento, cree en las locomotoras (los trenes, ah, su gran pasión), elevándolas a la categoría de divinas, quiero decir que cree en el progreso, en la seguridad, en los hechos verídicos, en la técnica, en las vacunas, en el sistema métrico decimal, en una palabra: es un paranoico.

En todos los trenes del mundo los empleados usan uniformes, y esa creo es la cuestión, lo asusta un poco todo aquello que sale de la uniformidad

Tiene negada la iluminación onírica, no comprende, cree que hace falta, el surrealismo. Disfraza a la realidad de realismo, para entenderlo.

La pasión por lo tangible, deriva en la locura, al igual que la pasión por lo intangible, con la mínima diferencia que los primeros son ciudadanos respetables, quizá es eso lo que siempre quiso ser. Lo logro.

¿Cómo es posible que dos personas tan diferentes como él y yo seamos amigos? Es una pregunta a la que jamás me interesaría encontrarle una respuesta, simplemente disfruto de la amistad de una de las personas más generosas que conozco, de una mente lucida, de alguien que al igual que yo practica el arte de la nostalgia, y el amor compartido por el cine.

Muchas veces pienso en forma egoísta sobre su muerte, cuando él ya no este, no se quien va a entender mis chistes, no se con quien voy a poder hablar de Theda Bara, Adolphe Menjou, Gómez Cou, Max Linder, Alain Resnais, Ingmar, o Enrique Carreras; incluso del horripilante Dawi.



"Amigos. Nadie más. El resto es selva."

Jorge Guillén

jueves, febrero 23, 2006

Aqui

Desde aquí se ve mejor lo que ha sucedido y lo que no ha sucedido.

No hay sensación alguna de ineditismo. La vieja y tediosa historia.

El cuerpo que pregunta es el más bello, pregunta unánime y se va.

A ella seguramente le da igual, es como dejar el tiempo y la conducta. El más cruel y brillante heraldo, entre ráfagas de sol y sangre. El derramado sol, el alto abril, un cielo de jinetes desteñidos

Un tapiz de desnudos y caballos. Una gracia en minifalda con el cuerpo oliendo a rosas

Esta primavera vitalicia invita a cicatrizar el negocio dulce del amor,

Gastaba greña lírica y aros de lágrima, orfeónica y geométrica,

La forma de su ausencia, pose y sueño, cutis auroral, Ciudad deshabitada.

Una carta sin respuesta ya no es una escritura, sino sólo una estrofa,

Y estrofa es lo que vuelve. Ruido ya sin furia, plegaria armoniosa en la intemperie absoluta.

Lo aéreo de unos pies descalzos de mujer, la siempre risa,

Un ventanal con los vidrios rotos, las calles nocturnas, una canción.

Hoy son días prescindibles, ojala fuera aquel mediodía claro en el que no sabía cuántas desesperanzas nuevas nacen en el corazón.

Erraba el arcano con sus palabras, cautivo de un recuerdo.

Reloj de luna, reloj de olvido, este reloj de pasajero.

Sin querer, robamos adioses que no eran para nosotros,

El adiós de una ilusión, de afán y endecasílabos.

El adiós de una caricia, simétrica mariposa nocturna.

La ausencia es la mejor solución. Consuelo de finales peregrinos.




"Lo malo del deseo es que vuelve sin avisar"

Ramón Gómez de la serna

miércoles, febrero 22, 2006

Primera persona. Masculino. Singular

Aclaremos algo: cuando digo ballena, no digo cetáceo, digo Melville.



"El escritor quiere escribir su mentira y escribe su verdad"
Ramon Gomez de la Serna

domingo, febrero 19, 2006

Ella, el y yo

Mirábamos a la niña de la caracola pastoreando sueños. Corazón libre, por nada preocupado.

El me dice que tenemos la misma mirada. Lo afirma vacilante, con esa indecisión que nos hace vivir cual si la vida estuviera engañándonos ¿que miraba en ella? ¿El acaso miraba lo mismo que yo?

Los otros nos dan las únicas pistas para conocernos.

No necesito poseerla, la he mirado, ya es mía; como el atardecer de aquel verano, también mío; he visto a una amiga, a carcajadas, llorar amargamente, he visto a la luna sobre el azul de un lago desaparecer, a una muchacha saludándome con un lagrima apenas contenida, al fraternal amigo a los ojos; yo he visto también adioses melancólicos y encuentros celestiales, y he visto como, en las azoteas de París, baña la cintura de un poeta, que desnudaba damas recitando mis versos. Todos míos, como la niña de la caracola, que un día miré.

viernes, febrero 17, 2006

Estás

Entre lo blanco y lo negro, claror de bahía, hace su sísmica aparición. Provoca el impacto de un meteorito en medio de la mar. Llega de un mundo raro habitado por lesbianas y sexagenarios, quiero decir que es poeta y en el eco de las palabras se le nota.

Al modo chamánico, que es el suyo por mujer y hechicera, actúa por sola presencia, hiriendo a unos, lapidando a otros.

Llaga escondida, llovida de reproches tiembla y cae, se oscurece y le gusta Pessoa; cuando la luz recupera potestad busca por transparentes mares azules, por archipiélagos remotos, en la vasta lejanía, busca esa miel secreta, ese pasado sentimental. No te aturdas, no ruegues en vano, la música es la misma, esta vez llega en condición sonámbula de piano. La nada instantánea, el todo lento.

Quizá, algún día, me permita mirarle más allá de la hondura de sus ojos. Hoy, bien lo sabes, me conformo con tu verso, amiga mía

jueves, febrero 16, 2006

Herido de Luz

En una época en que la inteligencia y la intuición están en un silencio cementerial y obtuso, movida mas por la curiosidad que por el interés, aparece ella, prisionera libertaria en su celda gris, reír sonoro que cautiva desde el estuche de terciopelo rojo que la envuelve, provoca y amenaza, impune halagadora. Me habla y se siente neta, definitiva; frente a la ambigüedad fundamental imperante es una ducha en el infierno, como diría De Cuenca.

Robándole poder a la ausencia, afortunadamente mas mortal que divina, de naturaleza cristalina, con esa feminidad sólida de la hembra, que tiene el don de la palabra, que tiene el don de la vida. Lo sabe, claro.

Sin quererlo, me deja mortalmente herido por un rayo de luz que caprichosamente se posa en mi sonrisa, y todavía esta allí, deslumbrante, deslumbrado.

Acecha el sortilegio, esa magia sencilla del descubrimiento; así es mi nueva amiga, fascinante y fascinada

Hemos perdido un crepúsculo, con esperanza nueva aguardo el día.

"Hay que ser sublime sin interrupción"

Baudelaire

miércoles, febrero 15, 2006

Cadena

Era inevitable, por mucho que uno quiera esquivar este tipo de cosas, es imposible, me pasaron la posta de la cadena de los cinco hábitos extraños.

Ante todo quisiera aclarar que mi vida toda es un habito extraño, entonces resulta muy difícil separar de entre los hechos, aquello que a otras personas puede aparecérseles como extraño, sin embargo, voy a hacer el intento; aquí van , sin orden ni prioridad:

- Pelo: Tengo un peinado especial (sonó medio maricon lo de peinado no?), digo que le dedico al pelo una atención especial-no es que este pelado, ni nada por el estilo- simplemente me hago un jopo (si, jopo) y lo mantengo con 300cm3 de spray por día, desde los quince años.

-Caminata: Tengo un gusto inmoderado por los paseos de a pie, al parecer lo extraño (y reconozco haber hecho un mínimo sondeo) es que no tengo una preparación especifica, entonces, no me cambio, ni me pongo zapatillas, y camino, según este vestido en la ocasión. No es extraño hacerlo con saco corbata y mocasines, o con traje y zapatos, o con bombacha y alpargatas, tal es el ejemplo de la última semana.

-Mutismo: Me despierto de un humor excepcionalmente malo y necesito silencio, al menos por una hora, no hay nada que me moleste más que me quieran hablar a la mañana cuando recién me despierto, puedo llegar a responder barbaridades.

-Agua: No tomo agua cruda bajo ningún concepto, si soda, gaseosas, cafe, mate,té y alcoholismos varios, pero agua sola no.

-Nocturnidad: Nunca pude acostumbrarme al día, tengo actividades diurnas, claro, pero solo por obligación mundana (trabajo, trámites, etc.) pero mi actividad intelectual funciona plenamente en la noche, es habitual para mí, llegar a la cama a las 5 o 6 de la mañana (duermo poco, así que a las 10 ya estoy despierto nuevamente).

Espero de este modo haber satisfecho la curiosidad de algún ínternauta descaminado. No se la paso a nadie en especial, a quien le quepa el sayo que avise y leeremos.

Salut !!!

jueves, febrero 09, 2006

sushi?

Hace ya unos meses que, mas para variar los gustos que para equilibrar la dieta, decidí comer pescado una vez por semana; yo que soy un carnívoro consuetudinario. Ayer fui a la pescadería que habitualmente me provee, estaba inusitadamente llena de gente y noté, como están cambiando los tipos de pescados y, sobre todo, los pedidos.

En este húmedo subtrópico en el que se ha transformado Buenos Aires, hay un montón de adoradores del pescado crudo. ¿Notaron como proliferan indiscriminadamente locales de sushi y sucedáneos?

Este país, que tiene una costa tremenda, nunca tuvo buena relación con el pescado, por lo menos en la capital, la mayoría de las personas de mi edad, solo han probado de modo corriente el filet de merluza ,a la romana, y con puré ( el abadejo y el congrio eran galleguismos del club español) ahora, como por arte de alguna rara magia oriental, están todos comiendo pescado crudo, diciendo cosas como sayimi ( o como cuernos se escriba), algunos me dicen con incuestionable orgullo, ser amigos de un sushiman, y un rosario de necedades del estilo que no estoy dispuesto a enumerar.

Supongo que no es más que una continuación de la pasión que despierta el código da vinci, el hinduismo, el budismo zen, la adoración al yoga, la aplicación del feng shui, la devoción por método pilates, la "revelación" de la new age y un largo etcétera. Es algo que está incluido en el combo de aspiraciones de clase media con ansias de crecimiento: la casa en el barrio cerrado (no country, ya fue) la preocupación por la seguridad, el tener el reglamentario plasma con jomtiater, la necesidad inaudita de polarizar los vidrios del auto y el pretender mostrase exitosos a costa de las 24 cuotas sin intereses.

Toda la vida le creí mucho a los hipócritas, uno es mas lo que quiere ser, que lo que realmente es. Todo lo que se hace para pretender ser, termina siendo; hasta que una minúscula fisura, casi imperceptible, hace que un hombre, a los cincuenta y pico de años, una mañana de invierno cualquiera, mientras lee La Nación, llore y se angustie, sin saber por que.

Mas allá, o mas acá, de las modas pasajeras, ¿sabrán adonde quieren ir?, ¿sabrán qué quieren realmente para si?; o todo es simplemente un dejarse llevar, intentando argumentar de la mejor manera que les es posible, a modo confirmatorio de la corriente. ¿Están tan interesados por la normalidad y por integrarse que ceden toda forma de singularidad?, ¿decidieron, acaso, cerrar la mente, el cuerpo y los bolsillos a su verdadera voluntad, a aquello que realmente desean?

No se…