jueves, noviembre 15, 2007

Pedido

La alucinación pedía tomar el palacio de invierno, pedía una pasión mas, una innecesaria, como todas las pasiones al cabo.

El engaño fugaz pedía hacerse cargo de su vida y su mundo, abarcar todo, ser inevitable.

La cobardía pidió esa ceguera indulgente que no llega, puñal que se hunde en los cuencos y encuentra luz, otra vez sitiado en la pavorosa esclavitud de la derrota.

El deslumbramiento inusual que no se va, pide la misma envoltura de la primera vez, incluso con el desdén helado de la ultima mirada.

¿Por que no fui feroz? ¿por que fui delicado? La razón pide respuesta.

La obsesión pide permuta, pide nombre, y entonces, siempre entonces, me arrepiento de haberme conformado con tu voz, con tus manos, con tus ojos.

¿Por qué conformarse con la evidencia? ¿por que dejarme atormentar por tu ausencia de cristal?

La conciencia, la buena conciencia que pide y se asusta de la sangre.

Yo, que estoy pidiendo que vuelvas

1 Comments:

At 1:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

qué pedido más conmovedor y precioso.
seguro que volverá.

 

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