lunes, marzo 20, 2006

El Río

La curiosidad, esa fiebre sigilosa, me llevo a buscar el río. Salí a recorrer sus orillas, su negrura y los lugares alejados.

Emplacé a los nombres de las cosas. Llame al desastre. La percibí. Todo río es sagrado. Todo lo sagrado es río.

Durante horas, sentado, busqué. Encontrar nunca es buscar. Aquello que no está es, fue y será perfecto, sin embargo la tentación de destruirlo es más fuerte. Apacible como un vuelo en dirigible, un último repaso al otro margen. Destruyo.

Hubo un puerto llamado destino. Hubo un barco, me dicen, pero partió. Es de noche, otra vez y hace frío. Durante horas, sentado, espero.

“Los ríos no saben su nombre”

Ramón Gómez de la Serna


6 Comments:

At 8:56 p. m., Anonymous Anónimo said...

en esto coincidimos emiliano.
en mi caso por el origen y por tanto mastronardi recitado en el patio del colegio (que era màs frío que el río), hasta que el fresco abrazo de agua me fue abrigando, paradójicamente.
pero eso no importa.
como usted destaca, debo ser sintética.
antes de desearle buenas noches, le digo que, como siempre, me ha gustado su artículo. (y no por ser la obsecuente turno, ya que no espero nada a cambio)

 
At 8:58 p. m., Anonymous Anónimo said...

tengo una duda emiliano, por qué cambia el tipo de letra cada dos o tres post?
(cosas de obsesiva nomás)

 
At 7:34 p. m., Blogger Emiliano said...

Pini: Gracias, como siempre, por leer, interesarse y dejar copnstancia. Sea la obsecuente, no de turno, sino permanente, que es muy lindo.
Pida que le sera dado.
Eso de la fuente es tambien un misterio para mi. No intento explicarlo.

 
At 5:31 a. m., Anonymous Anónimo said...

Aquí donde el viento luce con sabor a arroyo, las piedras relucenen, y apenas sé como he llegado...

 
At 2:09 p. m., Blogger Latitud Cero said...

Qué bueno.

 
At 9:55 a. m., Blogger Latitud Cero said...

Y siempre que entro acabo bajando el cursor... hasta aquí.

 

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