viernes, agosto 31, 2007

Jose Luis de Vilallonga

Se corre el albur de transformar esto en un blog de obituarios, así que solo mencionare la muerte de Jose Luis de Villallonga, el ultimo de los aristócratas, como forma de reconocimiento a quien fuera un amigo, como desagravio desvanecido y moroso por una pelea de muerte, de la que eventualmente ninguno de los dos recordaba el motivo, pero también como recuerdo íntimo y sentido por el que alguna vez fui.

martes, agosto 28, 2007

Francisco Umbral

Todos los veranos tienen sus víctimas, como las guerras, cuando Grecia se quema por sus bosques, me entero que se murió Francisco Umbral, hace tiempo la salud lo había abandonado, le paso lo que dijera Ortega "el tiempo se angosta", y se advertía en sus escondidas manos temblorosas, la falta de pluma, la decepción, herida abierta, de la no academia, el ciclo vital, al cabo, de quien llegó a escribir más de tres libros por año

Portador de un dandismo de foulard blanco, fue un amor tardío por la gran literatura de todos los que no éramos tardíos.

De él tengo anécdotas y frases personales, que sólo a mí me dijo, de él tengo el recuerdo de un dios de columna en blanco y negro, pretexto para leer el diario por detrás, fue quien nos enseño que el tema elige al genero libertandonos de filiaciones vanas, fue letra incandescente, elegancia y novedad, fue la provocación, haciéndose paso entre la persona y el personaje, atropellando a algún peatón descuidado cada tanto y la prosa poética, esa arborescencia urgente y natural regada las mas de las veces en la calderilla de la columna diaria, a tanto la línea.

En el café central canta una voz que sólo es de Sabina; Paco, como nadie, vio la quietud en la movida, Paco como pocos, vivió y contó nuestro Madrid.

Se puede hablar mal de él, claro, pero no seré yo quien lo haga, para eso está Perez Reverte, a Umbral lo salva su literatura, yo lo salvo por cínico, que quiere decir escéptico, que quiere decir griego, y así


"El presente es todo mío y moriré en presente"

Francisco Umbral


lunes, agosto 13, 2007

Perdidas

Perdidas las llaman quienes no ven el blancor traslúcido de su piel violenta, el golpe lascivo de sus venas, los muslos flexibles buscando la fatalidad, la negrura de las hebras, el deseo áspero, la mano incomprensible, la prolongación apenas en la oscuridad; yo no las digo, yo he visto a estos dos ángeles orgullosos sometiéndose con el olfato de la muerte, aspirándose en cada respiración compartida, yo he visto su hermosura inabarcable, y con eso, con solo eso me quedo

viernes, agosto 03, 2007

Agosto, Otra Vez

Jueves atlántico de espera y resuello, jueves oceánico de pañuelos y tormentas, se escurre por el mar, por la mar de la espuma torrencial que aguarda serena al hijo no parido.
Trazar un derrotero es tarea sencilla, dicen los viejos marineros, se elige una estrella, y hacia allí se pone proa.